viernes, 28 de junio de 2013

la Tierra se formó hace cerca de 4 mil 600 millones de años como resultado de una gran explosión de gas y polvo cósmico; a medida que se fue enfriando, se formó la corteza terrestre, los mares y las montañas.

Los científicos han estudiado las rocas con detalle buscando cualquier evidencia para reconstruir la historia del planeta y la vida que se desarrolló en él.

De acuerdo con las características de las rocas y los fósiles encontrados en cada uno de sus estratos, la historia de la Tierra se ha dividido en etapas llamadas eras geológicas; cada era tiene una duración y características determinadas.
                                 ERA PALEOSOICA   
   
esta era inició hace cerca de 570 millones de años y duró aproximadamente 325 millones de años.
al principio, 70% de la superficie terrestre estaba cubierta por el mar, por lo que los primeros seres vivos que se desarrollaron en ella eran marinos; dominaban organismos muy sencillos llamados trilobites y se desarrollaron muchos grupos de invertebrados, como los moluscos (animales con cuerpo blando y generalmente provistos de una concha), equinodermos (estrellas de mar y erizos) y corales.

posteriormente, surgieron los primeros peces y después inició la vida terrestre, con plantas sencillas y los primeros anfibios.
hacia el final de esta era, la vida en la Tierra se había diversificado; podían encontrarse bosques con árboles semejantes a los pinos, helechos, insectos voladores y los primeros reptiles. La desaparición de los trilobites marca el final de la era paleozoica.  

Se conoce como "vida media" y también se le ha llamado "la edad de los reptiles".
Al principio de esta era, los continentes estaban unidos en uno solo llamado Pangea.
Esta era duró cerca de 180 millones de años y se caracterizó por la abundancia y diversidad de reptiles; se desarrollaron muchas especies de dinosaurios (cuyo nombre significa "lagarto terrible") que vivían en el agua, la tierra o volaban en el cielo; los más pequeños medían tan sólo algunos centímetros y los de mayor tamaño rebasaban los treinta metros de largo.
En esta misma era surgieron también las primeras aves y los primeros mamíferos.
Al final de la era mesozoica muchos organismos desaparecieron, algunas de las teorías que existen proponen que esa mortandad se debió a ciertos cambios climáticos y otras dicen que fue el resultado del choque de un meteorito que cayó en la Tierra hace miles de años.
ERA CENOZOICA
Su nombre significa "vida reciente" y es la era en la que estamos viviendo; también se le conoce como "la edad de los mamíferos".
En ese tiempo, la Pangea se fragmentó dando origen a los continentes que actualmente existen.
Esta era se inició hace 65 millones de años y para su estudio se divide en dos periodos: terciario y cuaternario.
En el terciario se desarrollaron las plantas con flores, se diversificaron los mamíferos, aparecieron los ancestros del caballo y el perro; también surgieron los primeros mamíferos marinos, como las ballenas.
Hacia el final del terciario aparecieron antropoides semejantes al gorila.
En el periodo cuaternario se desarrollaron los bosques modernos, los mamíferos se siguieron diversificando y lo más importante es que hace cerca de 50 mil años apareció el hombre y todas las formas de vida que conocemos en la actualidad.
 eras  geologicas
                fomas de vida:
por ejemplo la forma de vida de los trilobites

Si pudiéramos sumergirnos bajo los mares del
Ordovícico, hace unos 450 millones de años,
aparecería ante nuestros ojos un asombroso
paisaje plagado de trilobites. Algunos eran
grandes como platos; otros, del tamaño de un
camarón moderno; los había también menores
que un guisante. Medraban en casi todos los ambien-
tes, desde las aguas someras hasta las más profundas e
incluso afóticas. Había trilobites cubiertos de espinas,
como acericos; otros, totalmente lisos, parecían cochinillas
gigantes. Algunos contaban con extrañas prolongaciones
delanteras, sin parangón en los animales actuales. No
sólo los había dotados de grandes ojos; tampoco falta-
ban los ciegos.
Tan asombrosa variedad de formas reclama diferentes
nichos ecológicos. Contamos con un buen registro fósil,
puesto que fueron los primeros artrópodos en secretar un
exoesqueleto de calcita. Pero la mineralización no afectaba
a todo el exoesqueleto: a diferencia de los cangrejos y
langostas actuales, los apéndices de los trilobites nunca
contaron con un recubrimiento calcáreo, por lo que fo-
silizaron sólo en raras ocasiones. El caparazón dorsal,
en cambio, sí formaba un escudo protector; se plegaba
ventralmente alrededor de todo el cuerpo del animal para
formar el doblez.

 los tres lóbulos a los que alude el
vocablo “trilobites” comprenden un raquis diferenciado
(en general convexo), flcanqueado por dos áreas pleurales,
dobladas lateralmente. Transversalmente, estos animales
se dividen también en tres partes: una cabeza (cefalón),
en la que se encuentran los ojos, un tórax flexible, com-puesto por un número variable de segmentos articulados,
y una cola (pigidio), que consta de varios segmentos
fusionados. A partir de este esquema básico, los trilobites
presentaban un sinfín de variaciones.
Si algunos apéndices de trilobites se han conservado en
estado fósil es porque, antes de pudrirse, se impregnaron
de un mineral (pirita o apatito), que persistió después de
que las bacterias descompusieran los tejidos blandos. Lo 
mismo que insectos y crustáceos, sus parientes artrópodos,
los trilobites estaban dotados de antenas en la parte frontal
de la cabeza. Por detrás de éstas, numerosos apéndices se
disponían en pares —uno para cada segmento torácico— a
lo largo de todo el cuerpo. Cada apéndice constaba de
una rama interna locomotora y una rama externa respi-
ratoria dotada de filamentos branquiales. A este patrón
básico responden todos los apéndices de trilobites hallados
fósiles; ello sugiere que gran parte de las variaciones en
el diseño de los trilobites afectaban sólo al exoesqueleto.